El matrimonio de Christian y Chrystina en Lima, Lima
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09 Nov, 2019La crónica de nuestro matrimonio
¡Hola aminovias, y a todos! Recordar es volver a vivir. Ya han pasado un poco más de dos meses desde que me casé con el hombre que amo y por el cual me siento muy orgullosa. Quiero contarles que desde que pidió mi mano en junio del 2018 ambos nos esforzamos por organizar una boda linda de acuerdo a nuestras posibilidades económicas, también de tener nuestro departamento y comprar nuestras cosas. No fue fácil, pero gracias a Dios todo salió como lo soñé, desde nuestra despedida de solteros, hasta mi boda civil y religiosa. Quise yo misma organizarlo y ver todos los detalles siempre con la ayuda principalmente de mi mamá.
Recordando mi civil: Fue en la municipalidad de los Olivos en la terraza a las 12 mediodía. Estaba muy tranquila gracias a Dios. Desde muy temprano me alisté, me maquillé y recibía a mis familiares más cercanos que llegaban con sus regalos. Luego recuerdo que antes de ingresar mi esposo estaba que le sudaban las manos y yo le decía “solo es media hora, tranquilo, ya pasará”, mientras le sonreía. Lo que más me conmovió y a todos los que estaban presentes, fueron sus palabras. Él decía lo importante que yo era en su vida y que desde que empezó a tener una relación conmigo decía que yo era la indicada para tener una vida juntos, y yo entre lágrimas. Mi suegra también lloró cuando habló y así todos quedamos emocionados. ¡Y el momento más feliz fue cuando ambos nos colocamos los aros y firmamos! Ya casados civiles con toda nuestra familia, llegamos a mi casa y celebramos hasta las últimas. Desde ese día comencé a convivir con mi esposo, ya que la otra semana era nuestro religioso.
Seguir leyendo »Mi matrimonio religioso: Ese día desde temprano quise ir al local un momento a supervisar todos los detalles. Sin darme cuenta se me pasó la hora. Llegando a casa almorcé y comenzaron a ponerme más linda. Contemplaba mis accesorios, mi vestido, mis zapatos… Estaba demasiado nerviosa. Nunca me había sentido así. Tomaba agüita de hierbas que ya la había preparado desde temprano, pero seguí sintiendo maripositas en mi estómago. Solo rezaba y pedía a Dios que todo saliera bien y que no me desmayase en la iglesia porque tenía una sensación superara. A las 5 pm llegó el fotógrafo y empezó toda la grabación en mi casa. Antes que me vistiera, tuve un contratiempo con el bouquet, pero eso no fue motivo para continuar con la filmación.
Luego también tuve un percance antes de salir, ya que el carro que contraté no podía ingresar donde yo vivo, que es un pasaje y no había espacio. Unos familiares tuvieron que hablar con los vecinos y al final fue muy gracioso ya que todos estaban afuera de sus casas y alrededor del carro viendo como yo salía de mi casa e ingresaba al carro. Fue muy emocionante. Llegué diez minutos tarde. Me contaron luego que mi esposo estaba muy nervioso pensando que no llegaría o que me había pasado algo, pero finalmente al llegar sentía que ya no tenía aliento. Solo sonreía y me sentí más aliviada cuando estaba junto a mi esposo y frente a Jesús. Estaba concentrada en la misa, pero me daba curiosidad de saber quiénes estaban ya que veía llena la iglesia.
El momento más feliz de mi vida, sin duda, fue decir si acepto ante Dios y en presencia de todos los asistentes. Jamás olvidaré su carita de felicidad. Estar a su lado en las buenas y en las malas cada día, reafirmamos nuestra promesa y nuestro amor se fortaleció. Al terminar la ceremonia, afuera nos esperaban nuestros familiares y amistades. Era tanto arroz y pétalos… ¡Comí arroz, literal! Demasiada felicidad. No podía más. Luego continuamos con nuestro paseo por un parque de los Olivos- Huandoy, es el más cercano que quedaba al local de recepción. ¡Fue ahí donde con mi esposo nos tomamos todo el champan los dos juntos ya comprenderán que teníamos sed y queríamos desestresarnos! Me gustó mucho nuestra sesión de fotos y hasta nos alcanzó tiempo para practicar nuestras cargadas de nuestro baile.
Al llegar a la recepción estaba ya tranquila y pensaba que solo pasase el protocolo y el baile. Me atemorizaba caerme, pero no sucedió eso, solo casi se me cae mi corona al finalizar la canción. Pero, bueno, son cosas que pasan. Sonreír y seguir adelante, la actitud es lo que cuenta. Me encantó y quedé muy contenta con la atención en la recepción, la comida, la barra, la hora loca, la seguridad, la filmación, etc.
A todos los que recién se casarán, disfruten cada momento porque no se volverá a repetir. Después del evento, ya vivir como esposos la historia es distinta, pero nunca deja de ser hermosa si cada uno pone de su parte para que el amor triunfe. ¡Gracias a todos!
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