El matrimonio de Alfredo y Gissell en San Miguel, Lima

Ese día pasó demasiado rápido en lo que me di cuenta ya todas estábamos maquilladas y peinadas y ya era tiempo de la sesión de fotos en familia o sea en qué momento habían pasado 4 horas.

Tuve un momento con mi beba Yasuri Yamilé. Mi angelito de 4 patitas que ese día lució un vestido bello y también un tiempo con mi mami chula, papines, tíos. En verdad tengo en mi mente imágenes de sus miradas, sonrisas, bromas y la gran alegría que sentían al verme de novia.

Salimos a la iglesia puntuales, y llegué a tiempo para una sesión de fotos con mis damas. La pasamos genial con ellas, riendo y tratando de relajarnos.

Y al fin escuché la tan ansiada marcha nupcial no lo podía creer. Estaba entrando a la Iglesia de la mano de mi mami chula, rumbo al gran amor de mi vida. El sentimiento en ese momento es mágico fueron los segundos más largos de mi vida. Sentía cada paso, cada mirada, cada sonrisa, cada cámara que me tomaba fotos. Fue maravillo y al fin el momento de la entrega. Mi mami, papito y tío me entregaron a mi amochito ahora recuerdo que mi papito le dijo “te la estoy entregando sanita”, fue demasiado chistoso.

La misa fue hermosa, el padre nos dio un sermón muy bello y recalcó lo importante que es la presencia de Dios en el matrimonio. Sellamos nuestra unión con la ceremonia de la luz y el coro cantó maravilloso.

Y el momento de la salida de esposos es otro momento mágico. Escuchar la marcha nupcial y luego a todos aplaudir. Al fin nuestro amor bendecido por Dios y por el amor de nuestras familias y amigos.

Nuestra sesión de esposos fue en el parque en donde mi amochito me pidió para ser enamorados fue genial sentarnos en la misma banca y recordar ese día.

Nuestra recepción fue en Huachipa. Entramos y la decoración del local estaba bellísima, un jardín de ensueño y el catering decoró nuestro toldo según nosotros lo habíamos soñado. Todo muy bello.

Entramos y bailamos nuestra canción. Tan enamorados de Ricardo Montaner luego nuestro matrimonio civil que tuvo una anécdota muy chistosa. El micro misteriosamente dejó de funcionar justo cuando le tocaba decir a mi amochito que Sí aceptaba, al final lo tuvo que gritar.

Luego bailamos nuestro Danubio en cha cha cha y vinieron las fotitos con cada mesa. Es emocionante sentir tanto cariño y alegría.

Y bueno, al final abrimos la fiesta llamando a cada grupo de amigos y familia a bailar a la pista de baile con una canción que los caracterizaba. Fue un detalle muy lindo que todos apreciaron mucho, y nosotros pudimos bailar un rato con cada uno.

No todo salió perfecto, pero en realidad lo único perfecto en esta vida es el amor de pareja, amigos y familia, y gracias a Dios de eso tuvimos mucho en nuestro gran día.

Ahora ya tenemos casi 7 meses de casados y nos amamos con locura extrema. Gracias matrimonio.com por tantos consejos, tips, debates, fotos, videos, aminovias, etc.

Ahora somos amochitos esposos Valera Rodríguez.

Un abrazo

Gi y Alfred.