Recién casados: qué sucede después del gran día
Solo aquellas parejas que ya pasaron a “felizmente casadas” pueden dar fe del enigmático vacío emocional que le sigue a todo matrimonio. Eviten que les pase siguiendo estos 10 pasos.
Desde el anillo de compromiso a la fecha, tal vez hace ya un año y con los ajetreos de la organización de su matrimonio en el campo, los meses fueron pasando uno a otro. La decoración, la torta, el vestido de novia, la recepción y la fiesta quedaron atrás y la mañana siguiente después de su gran día pareciera que algo les faltara. Todas las parejas han pasado por esta etapa que algunos llaman depresión post boda, que aunque pareciera una enfermedad rara, no es otra cosa que una sana melancolía que tiene los días contados. Espérenla prevenidos incluyendo en sus agendas algunos quehaceres y planes, de cara a la nueva vida que acaban de empezar. Aquí 10 pasos que serán de mucho provecho.
1. Un merecido descanso
Si por diferentes razones no han tenido luna de miel, no dejen que después de su matrimonio en la playa, los días pasen sin tomarse un descanso. Es más, reserven desde ya un día de spa con masajes, aceites esenciales y piedras calientes, todo incluido. El relax no dará paso a la melancolía, por el contrario, sus cuerpos agradecerán esa jornada reparadora después de los ajetreos.
2. Procesar la depresión post matrimonio
Tampoco sugerimos tapar el sol con un dedo o la negación, por el contrario. Una vez descansados ya en casa, conviene procesar esos sentimientos encontrados que los embarga. Hablen de ellos, descríbanlos al detalle. Si es necesario soltar algunas lágrimas háganlo. Recuerden, es una experiencia que la gran mayoría de recién casados vive. Describir sus emociones ayudará a minimizarlas, hasta ir perdiendo poder.
3. Recordar los momentos más alegres de su gran día
Ayuda bastante invocar los mejores momentos de ese enlace de decoración vintage de boda. Desde decirse, ¡qué bien estuvo la comida! o ¡el playlist no pudo ser mejor! Hablar de lo bien que salió todo después de tantos meses dedicados a la tarea. Reírse si es necesario de aquellas anécdotas graciosas y por nada del mundo, lamentarse por algún problema. Es más, si alguno de ustedes empieza a quejarse de lo mal que quedaron los centros de mesa para boda o los mozos, es mejor que el otro cambie de tema por otro positivo.
4. Hacer llamadas de agradecimiento
Funciona bastante bien no vivir esta etapa a solas, sino por el contrario, apoyarse en sus seres queridos. Padres, suegros, hermanos, o amigos de confianza. Pero ojo, no para llamarlos y transmitirles su tristeza, sino por el contrario, llamar para darles las gracias por su presencia y ayuda. Y quien sabe, seguir con la onda de las anécdotas y mejores momentos de su gran día.
5. Atender todos los pendientes con sus proveedores
Que estén pasando por un periodo susceptible no significa que estén autorizados a olvidarse de sus proveedores. Es más, aprovechen que tienen asuntos por resolver, para ocupar su mente en los últimos quehaceres de la organización, como lo es el pago de proveedores.
6. Abrir los regalos que hayan llegado a casa
Acciones tan simples como ponerse abrir sus obsequios llenará de pequeñas sorpresas sus días posteriores a su matrimonio. Es más, si no son muchos abran uno cada día, durante el desayuno. También será grato darse una vuelta por la tienda por departamento donde crearon su lista de novios y comenzar a escoger algunos objetos bonitos para su vida de casados a modo de preámbulo. Les falta una tabla de picar, unos mugs para el café de la mañana, un porta retrato ¡por qué no! Quien sabe, traerse todos sus regalos a casa de una.
7. Poner a buen recaudo sus vestuarios bridal de novio y novia
No dejen que pasen muchos días ni semanas sin enviar a la lavandería el traje del novio. Del mismo modo, tu vestido de novia con encaje. Postergar esa tarea podría afianzar algunas posibles manchas propias del ajetreo de su boda. Más aún si se trata de una prenda de alquiler, nada como ser puntuales con su proveedor. Esto incluye colocar sus accesorios y complementos a buen recaudo, tiara, joyas, velo, tu azul, el boutonniere, los gemelos, la corbata y sus zapatos.
8. Planifiquen su semana con actividades que les apasionen
Aunque se trata de sus primeros días como esposos no es recomendable dejar algunas de sus rutinas o pasatiempos de lado al 100%. Aunque no lo crean podrían quedar en olvido absoluto si dejan correr los días. Actividades como salir a correr, meditar, pintar, bailar, pasear a su mascota, ir al cine, al teatro, a una galería, museos, a sus clases de pintura, el gimnasio o algún concierto. Son hobbies que pueden compartirse en pareja y que los pondrá nuevamente en contacto con la realidad. La vida continúa y ahora como esposos.
9. Compartan sus expectativas de convivencia
Una vez superada la tristeza, sin dejar pasar muchos días es conveniente retomar o iniciar las pláticas sobre sus propias expectativas respecto al matrimonio y convivencia. Poner en claro cómo se distribuirán las tareas de la casa, los gastos, qué está permitido y qué no, es un buen comienzo pues así no habrá futuros lamentos. Nada como tener las reglas claras.
10. Comiencen a tentar nuevos proyectos juntos
Puesto que ya es una realidad, la fiesta de su matrimonio quedó atrás, es momento de comenzar a soñar con un proyecto en conjunto. Pero esta vez, ya no será una ceremonia o fiesta, ahora se trata de cosas más grandes, la compra de un departamento, una casa, un auto, sus próximas vacaciones o un negocio. Sueñen, pues es el mejor alimento de la vida.
Como es sabido, después de la jarana viene la resaca, pero para los recién casados, no por excesos sino por el bajón de revoluciones, es normal. Ya no existen partes de matrimonio que confirmar ni citas para la prueba del peinado recogido de novia. Eso quedó atrás, ahora es momento de disfrutar esta nueva etapa de sus vidas, sembrando buenas semillas de cara al futuro.