¿Quién entrega a la novia en el altar?
Hay novias que siempre soñaron con ingresar con su padre a la iglesia, pero esto no siempre es posible. Como futura esposa cuentas con alternativas para que el camino hacia el altar se realice del brazo de las personas que más quieres.
Después de la entrega del anillo de compromiso empieza el momento de la organización de la boda. Llegará el tiempo en que deberán escoger qué colores de orquídeas adornarán los centros de mesa para boda y si serán las mismas que llevarás entre tus manos como tu bouquet de novia. Tendrán que tomar varias decisiones y solucionar algunas interrogantes que se presentarán durante los preparativos de tan importante evento. La pregunta sobre ¿quién puede entregar a la novia al altar? será una de tantas inquietudes que encontrarán en el camino. No dudamos que sabrás escoger con el corazón y compartirás ese pequeño tramo, para reunirte con el amor de tu vida, con alguien que corresponde a tu inmenso amor.
¿Cómo nació esta tradición?
Su inicio está muy lejos de ser un cuento de hadas, pero con los años, el tiempo ha dado paso a la razón, y el corazón es libre para entregarse sin reservas a la persona que ama y con quien compartirá el resto de su vida: gracias a un juramento de amor sellado por el intercambio de sus argollas de matrimonio y el beso más dulce que se entreguen como recién casados.
Esta tradición es muy antigua y procede del judaísmo: en donde el padre entregaba a su hija, considerada de su propiedad, al esposo que él había seleccionado. Felizmente en la actualidad y en nuestra sociedad las mujeres y los varones son libres de decidir con quién se casan. Y los padres forman parte de esa dicha acompañando a sus hijas al altar para que inicie su nueva familia junto al hombre que ellas aman.
¿Por qué es importante para la novia?
Saber que tu padre, madre u otra persona a la que quieres y respetas sostendrá tus pasos cuando bajes del carruaje, te acompañará en el camino en medio de la decoración de iglesia para bodas, te dará un tierno beso en la frente y pondrá tu mano sobre la de tu prometido podría darte la tranquilidad que puede faltarte en medio de tanta emoción. Pero, principalmente, sabrás que esa persona que siempre estuvo contigo para apoyarte en los buenos y malos momentos, y que ahora presta su brazo solícito (a), siempre estará ahí para ti.
Porque sabemos lo importante que es para ti estar segura sobre ¿quién puede entregar a la novia en el altar? te dejamos algunas propuestas para que decidas y se lo pidas con anticipación, para que esté listo para los ensayos de la boda:
1.Un padre fuera de serie
Desde los primeros años muchas mujeres soñaron con casarse con un hombre tan maravilloso como su padre e ingresar radiante a la iglesia con un vestido de novia con encaje como lo hizo en sus días su madre. Aunque tu papá no sea el padrino de la boda puedes pedirle que te acompañe, para que cuando llegue el día tengas a tu lado a una persona que te dará seguridad y mucho amor.
2. Madre a tiempo completo
Si te sientes más cerca emocionalmente de tu mamá porque te sacó adelante sola, porque no tuviste una figura paterna tan cercana como te hubiese gustado o porque simplemente quieres que ella sea la que te acompañe al altar, no dudes en pedírselo. No podrá contener su entusiasmo ante tan importante solicitud, porque se sentirá contenta de ser ella quien le dé los últimos retoques a tu peinado de novia para cabello largo, quien acomode la cola de tu vestido de novia 2019 cuando bajes del auto y te entregue en el altar hacia tu nueva vida.
3. Del brazo de papá y mamá
Cada vez son más novias las que deciden ingresar a la iglesia del brazo de ambos progenitores, para disfrutar de su compañía en ese momento tan especial y agradecerles por su amor incondicional. Es importante que verifiquen el ancho del camino central de la iglesia para que no tengan ningún contratiempo.
4. El padrino
Si no es el padre, es un familiar o amigo a quien conoces, quieres y respetas. Su presencia es muy importante en la boda, y el que haya aceptado esta responsabilidad hace que valores aún más su amistad.
6. Paseo con los abuelos
Si tienes la dicha de que tus abuelos (as) estén vivos (as) puedes pedirles que te acompañen en el inicio de esta gran aventura. Sin duda estarán gustosos de formar parte de esta hermosa aventura.
7. Matrimonio con hijos
Si tienes hijos podrías pedirle que sea él o ella quien te acompañe al altar. Será muy emocionante ver cómo una parte nacida de ti comparte esta inmensa felicidad.
5. El hermano, tío, primo o sobrino
El hermano al que admiras, el tío que ha sido como un segundo padre para ti, el primo que es como tu hermano o el sobrino que es como un hijo. Sólo dependerá de ti escoger quién tendrá el honor de entregarte en el altar.
8. Mejor amigo (a)
Los verdaderos amigos siempre están cuando más los necesitas. Tu mejor amigo o amiga te conoce, te acepta como eres y te dice lo que piensa sin rodeos. Y como siempre es feliz porque tú lo eres; si se lo pides, él o ella no dudará en llevarte hasta el lado de tu futuro esposo.
9. Un tramo para cada uno
Para que la pregunta sobre ¿quién puede entregar a la novia en el altar? no te traiga más de un dolor de cabeza, puedes pedirles a las personas seleccionadas que te esperen en un tramo del camino de la iglesia, cerca de los arreglos florales para boda; y así cada uno te acompañará algunos pasos hasta que finalmente llegues al lado de tu compañero de vida.
11. El inicio de una vida juntos
No es tan común, pero no quiere decir que no lo puedan hacer. Hay parejas que optan por entrar juntos a la iglesia, al no contar con alguien que pueda entregar a la novia o porque como pareja así lo decidieron.
10. En compañía de la marcha nupcial
Algunas novias prefieren ingresar solas a la iglesia y caminar con firmeza por el camino alfombrado al compás de la marcha nupcial; mientras es admirada por los invitados, especialmente por las mujeres que lucen para la ocasión sus mejores vestidos largos de fiesta.
Caminar hacia el altar luciendo tu modelo de vestido de novia, junto a la persona que escogiste para esta gran misión, será un momento muy emocionante. Luego llegará el instante de los votos matrimoniales, el anhelado “sí, acepto”, el camino de regreso con tu ahora esposo y el roce de los pétalos de rosas lanzados por tus invitadas alegremente ataviadas con sus vestidos de noche.