Qué deben hacer antes, durante y después de su boda

Vivir cada día como si fuera único es un buen comienzo para la pareja que está próxima a contraer matrimonio. Eso no significa que, de cuando en cuando, no miren hacia el futuro y se tomen su tiempo para diseñarlo. Dibujar en sus mentes lo que esperan compartir y vivir el resto de sus vidas abrirá el camino hacia su realización. Solo así serán como aquellos gloriosos matrimonios que con satisfacción cumplen sus bodas de plata, oro, platino y más. Los noviazgos duraderos que se convierten en matrimonios felices pasaron siempre por tres fases que bien les conviene conocer para poder sacarles el mayor provecho para el éxito de su relación. Estas son:

Antes del matrimonio

Desde tomada la decisión de casarse, durante la planificación y sobre todo la organización de su matrimonio propiamente dicho, las parejas se enfrentan a un caudal de quehaceres y diligencias. No es raro que durante este dulce periodo de espera que los lleva hacia el altar surjan roces y tensiones, muchas veces por temas superfluos. No es novedad oír historias de novios que trabajaron mucho para estar juntos y casarse, pero que al poco tiempo terminaron separándose. 

Puede que resulte increíble, pero es justo durante el antes del matrimonio que se pone a prueba la fortaleza de la relación. La inteligencia con la que manejan los temas menores y los grandes aspectos del proyecto al que se enfrentan juntos como la organización de su boda. Por tanto, es de vital importancia no dejar temas pendientes ‘para después’.

Dediquen tiempo a seguir cultivando su noviazgo. Continúen con sus fines de semana, escapadas, amigos, cine, salidas cortas. Aprovechen sus momentos a solas para dibujar su futuro y planificar su vida. ¿Cuándo vendrán los hijos?, ¿cómo manejarán el aspecto económico?, ¿dónde vivirán?, todo lo imaginable deberá ser conversado hoy para asegurar la estabilidad del mañana.

Durante su gran día

La celebración de su matrimonio es el resultado de la inversión de energía de meses o incluso años por parte de los novios. Que no se les escape renegando por aspectos superficiales fuera de su alcance. Dieron todo de ustedes y es el momento solo para disfrutar.

Vivan intensamente su gran día y eviten así, nostalgias o la depresión post boda. A despertar temprano y bien dispuestos hacia el Registro Civil o Iglesia. No descuiden a su pareja, son protagonistas y cómplices por lo que pueden estar en contacto a través de mensajes o redes sociales.
Escuchen con atención las palabras pronunciadas por los oficiantes durante la ceremonia, un discurso podría incluso llevarlos hacia la reflexión absoluta acerca de la importancia del paso que están a punto de dar.

Compartan cada minuto con amigos y familiares durante el banquete. Creen un espacio para el brindis, fotos y anécdotas, pero a la vez, recuerden que la fiesta es suya, así que no se descuiden como pareja.
Si hay algo a lo que se exponen los novios son a las copas de más, cuídense mutuamente. Y si ese mismo día emprenderán el viaje de Luna de miel, háganlo a tiempo. Vivir a plenitud el gran día nutrirá de recuerdos agradables su futuro, no lo olviden.

Después de dado el gran paso

Es momento para materializar todo aquello que soñaron juntos. Pero eso no sucederá de la noche a la mañana por lo que deben ser pacientes. Es preciso planificar, tanto su vida como esposos, pero sin descuidar su desarrollo personal.

Si ambos trabajan, hay que repartir tareas con equidad. El matrimonio es una aventura llena de emociones y retos que superarán fácilmente si están unidos y la comunicación se convierte en su mejor arma.