¿Saben por qué se le llama luna de miel?
Sin lugar a dudas la luna de miel es el momento más esperado después de la celebración del matrimonio, pero ¿saben dónde se originó y en qué circunstancias? Entérense a continuación.
No solo la elección del vestido de novia ha sido un tema de conversación constante con tus mejores amigas, sino también la situación romántica en la que recibiste el anillo de compromiso y los invitados a quienes harán llegan sus tarjetas de matrimonio, pero seguro que un tema que los tiene muy emocionados es el destino que tomarán para su luna de miel. Aunque en la actualidad este viaje para su noche de bodas es una costumbre arraigada entre los contrayentes, esto no siempre fue así. Por eso, les contamos sobre el origen de la luna de miel como viaje de los novios y lo que esto implicaba en el comienzo de la vida en común.
Significado de la luna de miel
En inglés es conocida como “honeymoon”, y aunque actualmente, cuando nos mencionan estas palabras, lo primero que se nos viene a la cabeza es un viaje a playas paradisíacas bajo el sol y echados sobre arena blanca, obviamente horas después de cortar la torta de matrimonio de masa elástica, bailar hasta las últimas consecuencias, lanzar entre tus amigas el bouquet de novia de lima y despedirse de sus familiares; los contrayentes de la antigüedad no necesariamente contaron con esta oportunidad, pero sí tuvieron de sobra botellas de hidromiel (licor formado de la fermentación de agua y miel) para beber por un mes como símbolo de la duración de su enlace, aumento de la fertilidad y la dulzura que debía reinar entre ellos.
Un poco de historia
En la tradición nórdica el padre entregaba por un mes esta bebida al novio, por ser considerada alimento del dios Odín. Mientras que en la antigua Roma la novia recibía miel de parte de su madre para alimentarse y conservar su belleza. En la Europa del renacimiento, el consumo del hidromiel se convirtió en una especie de amuleto para la concepción de un primogénito varón.
Pero no siempre todo fue color de rosa para las parejas, porque no elegían a quienes enviar sus modelos de tarjetas de matrimonio como ahora y tampoco con quien casarse. En algunos pueblos, como el nórdico, se raptaban mujeres que eran mantenidas ocultas por un tiempo, hasta que la familia dejaba de buscarlas. Cuando esto sucedía el raptor y la mujer regresaban al pueblo y eran considerados esposos.
Se podría decir que en Inglaterra del siglo XIX se modificó un poco el concepto del origen de la luna de miel como viaje de los novios. En esos años los recién casados dedicaban días, después de la celebración matrimonial y de guardar el modelo de vestido de novia, a realizar viajes para visitar a los parientes que no pudieron asistir a la boda, ni observar los adornos para matrimonio preparados en esa época. Ya con el tiempo la luna de miel adquirió el concepto con el que es conocido ahora, se propagó a nivel mundial y se modificaron totalmente las razones del origen de la luna de miel como viaje de los novios, porque ahora está más abocado a pasar tiempo juntos para conocerse y disfrutar de su unión.
Influencia de la luna
El poder de la luna ha sido parte de las costumbres, mitos y leyendas transmitidas de generaciones en generaciones. Y hasta la ciencia habla de su influencia en las mareas a causa de la gravedad. Pero su poder en los seres vivos aún no está comprobado, aunque existen diversas creencias que así lo afirmen.
En el inicio de la vida conyugal, la luna ha jugado un importante papel en las culturas antiguas, que pensaban que este satélite era capaz de aumentar la fertilidad de la pareja, especialmente durante la luna llena. Este concepto aún sigue siendo difundido en la actualidad.
Para llegar al origen de la luna de miel como viaje de los novios o noche de bodas, las parejas en la historia tuvieron que respetar las diversas tradiciones, según las culturas en las que se criaron. No siempre fue fácil, pero se veía compensado si se casaban con la persona que amaban. Hoy, ustedes tienen la oportunidad de unirse con el amor de sus vidas en una ceremonia inolvidable, bajo la influencia romántica de la decoración para matrimonio y con el sello indiscutible que otorga el intercambio de sus argollas de matrimonio.