Mitos y leyendas en torno a las joyas de la novia
Responden a narraciones populares e históricas a través del tiempo: las supersticiones sobre las joyas de la novia. Parece ser, que no solo la embellecen rumbo al altar, sino que también pueden ser las causantes de su desgracia, veamos cuáles son.
Desde tiempos inmemorables, después de la aparición de la orfebrería y el ornamento femenino, se han ido tejiendo mitos y leyendas alrededor de las piezas artesanales que ésta ostentaba. Más aún, tratándose de una mujer rumbo al altar, preocupada por lucir sus mejores joyas, nuevas, propias, o heredadas por sus ancestros. Dichas historias, transmitidas de boca en boca, llegan hasta nuestro presente a través de amigos y familiares, con la finalidad de prevenirnos ante posibles catástrofes nupciales. Creas o no en ellas, hoy te las contamos y recordamos, para que la decisión final esté en tus manos.
Los aros
Son el símbolo por excelencia de los novios y se tejen alrededor de dichas alianzas ciertas leyendas urbanas que no están de más conocer. Por ejemplo, desde el momento de su elección, jamás se decidan por comprarla un día viernes. Se dice, que de todos los días de la semana, es el que más lleno de tentaciones está. Ni pensar en ser utilizado antes de su casamiento, pues tiene el mismo efecto de cuando el novio ve a su futura esposa con el vestido de novia antes del día, es decir, de muy mal agüero.
A tener cuidado con no dejar caer sus aros en la iglesia, pues se dice que quien sea el propietario del mismo, morirá primero. Si por algún motivo llegara a caer, durante su ceremonia o recepción, los recién casados deberán repetir el protocolo del intercambio de alianzas, las veces que sean necesarias.
El ópalo
Esta piedra preciosa ha sido calumniada desde 1829 en Escocia, luego de la publicación 'La doncella de la niebla' de Walter Scott, quien narra en su novela, las penurias que afrontó Anne de Geierstein. Lo mismo sucedió en España después de la leyenda del Rey Alonso XII con la 'Condesa de Castiglione', Virginia Doini. En ambos casos, las portadoras de joyas labradas con estas gemas fueron víctimas de infortunios luego de contraer matrimonio. Sin embargo, no está de más recordar que el ópalo fue muy cotizado en la antigua Roma y hoy en día alcanzan precios elevados en el mercado norteamericano y asiático.
Las perlas
También conocidas como lágrimas de novia es otro tipo de piedra preciosa, extraída de moluscos de cultivo. Por su naturaleza y color, se adaptan a la perfección a un evento de la envergadura de un matrimonio. El color y brillo las han convertido en las favoritas de la novia elegante y chic. Sin embargo, se tejen detrás de éstas, historias oscuras para la mujer que decida lucirlas durante su boda. La leyenda dice que al estar cargadas de sal marina, pueden a su vez, colmar de mala suerte o ‘salar’ su vida matrimonial.
Joyas heredadas
Las novias saben que llevar una joya heredada es una cábala fija de bienaventuranza para el vínculo que está por celebrar. Sin embargo, se dice que si esta prenda de la abuela, madre o tía querida no cuentan con una buena energía el efecto en su vida matrimonial será diametralmente opuesto. Esto significa que si el broche, pendiente, collar o brazalete heredado proviene de una mujer cuyo matrimonio no prosperó, se corre el riesgo de atraer, a través de esa alhaja, la mala vibra que ésta posea.
Lo prestado
Por lo general, las novias acuden a las mujeres de su entorno por ‘su prestado’ para llevar durante su matrimonio y asegurarse de tener una vida en la que comparta solo felicidad con su amado esposo. Sin embargo, si se trata de una joya, asegúrense de que la persona que se las proporcione emane energía positiva, la misma que les gustaría tener en la nueva vida que están por comenzar.
Hoy te lo contamos, pero mañana ¡tú decides!