Mis amigas odian a mi futuro esposo
Estás a punto de casarte y ¿aún no has conseguido que tus amigas ‘de toda la vida’ acepten al hombre que has elegido por compañero? Aquí algunas ideas que te ayudarán a llevar la ‘fiesta en paz’.
Con los años he aprendido que no todas las personas nos podemos llevar bien a la primera. Según expertos, siempre habrá un porcentaje a quienes ‘por alguna razón’ no vamos a caerles bien. El secreto está en no hacer drama por ello. Aceptar que somos diferentes y que por lo tanto -eso que nos hace diferentes- seres únicos, provenientes de diferentes realidades; nos puede unir, como dividir. Entonces, que el hombre que elegiste como compañero de vida, no ‘les caiga en gracia’ a tus amigas, no es el fin del mundo.
Pregúntate
Debes responderte estas preguntas brevemente. ¿Amas realmente a ese hombre?, ¿te respeta?, ¿te valora?, ¿cuida de ti?, ¿te lleva de la mano por la vida? Si tus respuestas han sido: sí. ¡No hay problema! Lo que aparentemente podría estar sucediendo es un poco de ‘escepticismo’/celos por parte de tus amigas por falta de acercamiento a tu futuro esposo. Pasa, que cuando nos enamoramos, nos olvidamos del resto del mundo, y eso incluye a nuestras grandes amigas ¡es la ley de la vida! Son etapas. Si estás en esa situación, te toca trabajar un poco en ello. La solución, por nada del mundo, será romper el vínculo amical y mucho menos de pareja. Simplemente se trata de lograr el acercamiento y equilibrio.
Haz que se conozcan mejor
Nadie quiere lo que no conoce. Debes generar situaciones en las que tus amistades conozcan más a tu futuro esposo. Pero no llevarlo a una reunión y que esté aislado en un rincón bebiendo solo. ¡No!. Debes lograr iniciar una comunicación entre ambas partes. Y eso se trabaja de persona a persona.
Por ejemplo, si se encuentran en una reunión presenta a tu novio de la siguiente manera: a tu amiga que estudia cine le dirás: Juana, te presento a Pepito de los Palotes, mi novio, amante del cine de culto y poseedor de una colección interesante... Así habrás sembrado una semilla para una plática entre ambos. Y luego sucesivamente, hacerlo con el resto de amigas. Intentando encontrar un punto en común que dé pie a otros temas de conversación. ¡Nunca falla!
Cuidado con esto
Esto lo podrías ir trabajando en la medida que se afianza tu relación y que se acerca el día de tu matrimonio. Pues la idea es compartir con las personas que amas, y no convertir ese día en una sucesión de desplantes y malas caras.
Por otro lado, debo advertirte, que antes de actuar, debes analizar, si ‘esas amigas’, lo son realmente. Pregúntate si han estado en tus caídas, como en tus logros. Si las conoces bien y ellas a ti. A veces confundimos amistad con compañerismo. No vayas a desestabilizar una relación firme, con una buena persona, por opiniones de terceros que carecen de fundamento. Si ellas odian a tu futuro esposo, deben tener buenos argumentos. Y tú, deberás tener la fortaleza de analizarlos y refutarlos o simplemente aceptarlos.