6 tipos de novio a la hora de organizar la boda

Organizar la boda es un trabajo en equipo, en el que ambos pueden tomar parte: desde la definición de a quién enviar los partes de matrimonio, hasta el tipo de centros de mesa para boda o incluso, el diseño del vestido de novia. Sin embargo, todavía es difícil para algunas novias aceptar la participación de sus novios, o en contraste, hay novios que se agobian con los detalles y prefieren dejar que su pareja lo haga todo. Sin embargo, una boda se trata de unir la vida de dos personas y lo ideal es encontrar un equilibrio. Identifica en estos tipos de novio al tuyo, y encuentra algunas ideas para que desde el comienzo, el trabajo sea en conjunto.

1. El novio “como tú digas”

Sea en el diseño de partes de invitación o en elegir el lugar de la ceremonia, este novio a todo dice sí, sin preguntar y sin proponer alternativas. A primera vista esto puede parecer perfecto, pero ¿te has preguntado por qué lo hace? Puede que no le interesen los detalles de la boda o que prefiera que tú tengas el control. Pero también puede que tenga miedo de expresarse por temor a tu reacción. En cualquiera de los casos, hazle saber que su participación es valiosa e importante para ti y demuéstralo. Finalmente, la boda es de ambos y la felicidad, presente y futura, dependerá de que el poder esté delicada y respetuosamente repartido.

2. El novio dictador

Así como hay novias que tratan de controlar cada aspecto de la boda, hay novios que esperan que cada cosa ocurra como ellos dicen. Para evitar que esto sea una dificultad, establece con tu pareja, desde el primer momento, en cuáles aspectos tendrá, cada uno, la última palabra y en cuáles llegarán necesariamente a un acuerdo. Por ejemplo, puede que él prefiera escoger el auto de la boda o que para ti sea importante elegir los arreglos florales de boda. Lo fundamental es que, en la suma de todas las decisiones, se equilibre el peso de sus opiniones y que, en el resultado final, no haya una opinión que prime en forma absoluta sobre la otra.

3. El novio desentendido

Este novio no asume ninguna responsabilidad, no se preocupa por los avances, y no logra concentrarse cuando hay una conversación sobre la boda. Puede que asuma que su presencia sea lo único que se necesita, o que si ha puesto parte importante del presupuesto con eso basta. También es posible que no se sienta reconocido o valorado y que prefiera hacerse a un lado. La cuestión es que sería un error avanzar con cualquier decisión por tu cuenta sin incluirle, incluso si se trata de definir el modelo de torta para matrimonio. Demuéstrale cómo, cuándo y dónde es importante su presencia. Entre los dos encontrarán el ritmo y la manera correcta de hacer realidad su proyecto.

4. El novio tradicional

Si bien participa, este novio lo hace solo en las tareas que tradicionalmente hace un novio: define su traje y el de los bestmen, elige los músicos y organiza la luna de miel. La situación es que, en la práctica, esto puede ser insuficiente y puede que el tiempo no te alcance para definir, por ejemplo, el modelo de partes de invitación o los recuerdos de la boda. Es importante que mantengas una comunicación abierta con tu novio y que le dejes saber que se necesita en más tareas. Por su bienestar y felicidad, pon sobre la mesa las responsabilidades y encuentren el balance, entre ambos.

5. El preocupado por el dinero

Este novio considera que su función en la boda es controlar el presupuesto. Indaga sobre los costos de cada cosa y entra en pánico cuando sabe el precio de los ramos de flores naturales o de cualquier servicio de la boda. Si este es tu caso, antes de comenzar ponte de acuerdo con tu pareja y define un límite de presupuesto con el que ambos se sientan cómodos. Hazle saber que lo tienes presente y que cualquier decisión que tomes será acorde con lo definido. La confianza que construyan sobre este tema ahora será un cimiento indispensable para el futuro.

6. El novio ideal

Este es el novio que, desde el primer minuto, asume que organizar la boda es asunto de dos. La boda y cada detalle no le supone una carga. Al contrario, encuentra que organizarla es un disfrute. Lejos de ocuparse solo de las tareas que se le encargan tradicionalmente a su rol, encuentra pertinente y necesario implicarse contigo en cada decisión. Te escucha tanto como tú a él, y te comunica con libertad las tareas que preferiría liderar, y hace sugerencias y recomendaciones sobre las tareas a tu cargo. Felicidades si este es tu caso, ¡continúa cultivando el respeto y consideración de tu relación!

La boda es el comienzo de una vida juntos. Su organización es la oportunidad para llegar a acuerdos sobre muchos de los detalles que luego serán parte del día a día. Es una época en la que decidir sobre el sabor de la torta de matrimonio o el color de los ramos de flores naturales, es relevante para ambos. Que tengas una boda fantástica y que encuentres con tu pareja más y mejores formas de trabajar en equipo.