La independencia en las relaciones de pareja. ¿Qué dicen los psicólogos?
Deja de ser tan dependiente de tu pareja y ponte en manos de los expertos en salud. Siéntete libre con esa persona y ama con libertad… ¡El secreto del éxito en una relación!
Si alguna vez escuchaste a tu mejor amiga decir: “¡no soporto que mi novio salga con sus amigos y me deje de lado! Él solo debe salir conmigo…” o “mi vida no tendría sentido si se acabara nuestra relación”. Probablemente, se trate de un claro ejemplo de dependencia emocional en la pareja. Este tipo de relaciones con el tiempo se vuelven cada vez más tóxicas y altamente perjudiciales. Por ello, se recomienda acudir de inmediato al especialista y ponerle fin al problema. En esta ocasión, la psicóloga & psicoterapeuta Mariela Zambrano junto a la psicóloga Beatriz Valera nos informan mejor sobre el tema, para estar muy alertas en reconocer al instante estas relaciones dañinas. Asimismo, nos brindarán los consejos necesarios para recuperar nuestra independencia en pareja. El amor no es una cárcel, el amor es libertad…
¿Por qué una pareja se vuelve tan dependiente?
Todos alguna vez, al sentirnos enamorados, hemos experimentado que la felicidad brota por cada poro de la piel y nuestros pensamientos se centran todo el tiempo en la persona de nuestros sueños… Ese es el lado lindo del amor. Pero también existe un lado oscuro, que es la falta de perspectiva de la realidad que normalmente acompaña esta primera etapa del enamoramiento. En esos momentos, no podemos reconocer los errores o defectos de la persona con total claridad. Es más, ¡hasta llegamos a ver sus defectos como virtudes!, y se cumple la popular frase: “el amor es ciego”.
Lo normal es que tras el paso de los meses el estado emocional de la pareja vuelva a equilibrarse y evolucione la relación a su propio ritmo. Pero, ¿qué ocurre si no es así?, nos responde la doctora Mariela Zambrano. “Para que toda pareja marche con normalidad, cada uno debe ser capaz de crecer a nivel individual. Deben contar con cuatro ingredientes básicos para poder sostenerse y crecer de una manera sana: el amor, la confianza, el respeto y la aceptación mutua. Pero si alguno de ellos tiene la autoestima baja y es incapaz de confiar en sí mismo, entonces, esta persona se convierte en alguien muy vulnerable en padecer dependencia emocional”.
Pero, ¿dónde están los orígenes de esta dependencia afectiva?, nos aclara la doctora. “Puede tener sus orígenes en la temprana infancia. Puede deberse a la crianza por padres sobreprotectores o por padres con déficit en la atención de sus hijos. En el primer caso, los padres protectores refuerzan las conductas dependientes y desalientan las conductas independientes. En el segundo caso, los niños se ven forzados a independizarse en el mundo (nivel que no es el apropiado para su edad). Estos tipos de crianza fomentan la formación de una baja autoestima”.
“Yo soy tu media naranja”
Basándose en el concepto extendido de las medias naranjas, la psicóloga Beatriz Valera nos asegura: “Es importante saber que la búsqueda de la media naranja es un error, pues las personas debemos sentirnos completas primero (plenas y en desarrollo) antes de buscar a otra persona”. Pues, una naranja entera que se une con otra de diferente naturaleza dará lugar a un cóctel mucho más enriquecedor y completo. En otras palabras, “una relación está compuesta por dos personas, seres independientes que tienen que sentirse plenos a la hora de comenzar una relación para que esta sea sana”, añade. La independencia de cada uno debe ser el motor de una relación próspera.
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Las personas y sus “burbujas”
Cada persona puede ser una “burbuja” o un mundo aparte, con personalidades y costumbres diferentes. La psicóloga Valera nos explica el siguiente punto. “Dentro de cada mundo residen las características propias de cada ser humano. Es decir, sus gustos, aficiones, valores, creencias… La dependencia se produce cuando la persona renuncia a su esencia para poder pertenecer al mundo de su pareja. Así se empiezan a dejar de lado ciertos ámbitos de la vida: social o familiar, hasta el punto de olvidarse de sí mismo”.
La forma de ser de la persona cambia y adquiere las características de la pareja. Al llegar a esta situación, se pierden ciertas libertades y se producen esos agobios que destruyen la relación poco a poco, sin darnos cuenta. El desgaste es muy evidente después de un tiempo, pero empieza como un arma silenciosa que destruye sin avisar. “La independencia es tan positiva como necesaria para mantener la libertad y la integridad de la “burbuja” de esa persona”, asegura la psicóloga en este ámbito. Y sigue: “La privación de libertad hace que el ser humano, en general, perciba este hecho como una prohibición. Esto produce un interés desmesurado por realizar aquello que se prohíbe o se percibe como tal, destruyendo de una forma más agresiva la pareja”.
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El equilibrio ideal
La independencia es vital para que una relación siga su camino. Beatriz Valera nos aconseja: “Es necesario tener un espacio para todo. Compartir tiempo con la pareja, la familia, los amigos, el ocio y el cuidado personal. De lo contrario, pueden surgir quejas por parte de la otra persona”. Por ello, el equilibrio es fundamental para asegurar el éxito de la relación. En el tema, la especializada psicoterapeuta Mariela Zambrano también nos guía y aclara algunos puntos más.“Si la persona está consciente de tener una relación tóxica, es muy aconsejable poner un listado con lo que no nos guste de la otra persona. El enumerar las cosas negativas servirá para anclarnos mejor a la realidad objetiva, a la cual recurriremos cada vez que nuestra mente nos traicione, haciendo que nos aferremos a una persona idealizada”. Es una forma de no perder el control y tener un equilibrio ideal.
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¡Ponle límites a tu relación!
Si bien es cierto que establecer un total control o dependencia no es sano para ninguna relación, tampoco es recomendable exagerar esa independencia hasta el punto de aislarnos de nuestra propia pareja. Debemos fijar un punto medio. La pérdida total de los límites tiene algunas consecuencias que es difícil cambiar si se han convertido en costumbre, ¡aunque no es imposible! Algunas de esas consecuencias son por ejemplo el aislamiento social, se dejan de hacer planes de forma independiente (con amigos o familia).
La doctora Zambrano nos enseña a cómo fijar adecuados límites en las relaciones sentimentales. “Para alcanzar un total equilibrio en nuestra vida sentimental debemos fijar límites. Un consejo, cuando queramos desconectarnos de nuestra pareja debemos tratar de hacer “contacto cero”. Es decir, cortar todo lo que nos lleva a pensar en el otro: no verle, no hablarle, no escribirle correos electrónicos ni otros mensajes; bloquearle de las aplicaciones móviles (WhatsApp, sms, llamadas, etc.), así como de las redes sociales”. Por otro lado, nos recomienda planificar actividades, salir y quedar con amigos. “Hay que evitar quedarse sin hacer nada para tratar de “no pensar” en el otro”, añade.
¿Cómo nos afecta la dependencia emocional?
En caso de separación o divorcio, la dependencia dificulta mucho la vida de los principales afectados de la ruptura, que suelen ser los más dependientes de la relación. “Puede resultar complicado seguir adelante debido al aislamiento y a la pérdida de todas aquellas cosas que en un principio conformaban su burbuja vital”, nos relata la doctora Valera. Para finalizar, la psicóloga Zambrano añade: “Cuando uno sufre dependencia se genera una necesidad tóxica hacia el otro (forma de adicción), se renuncia a la libertad y se inicia un camino tortuoso, en el que por cada minuto de falsa felicidad, la persona puede pasar horas interminables de sufrimiento y angustia”.
El problema tiene solución
La buena noticia es que la dependencia emocional se puede tratar y superar. Aunque estemos sufriendo en una relación tóxica que irónicamente nos hace feliz (siempre que hagamos lo necesario) lograremos desengancharnos y recuperar nuestro “yo”, nuestra vida y libertad. Lo más importante es que nos demos cuenta de que solos no podemos. No debemos dudar jamás en buscar ayuda profesional mediante un proceso psicoterapéutico, de modo que podamos conocer y vencer los factores causales. Así, podremos empezar una nueva etapa emocional de relaciones libres y saludables, mutuamente complementarias y ¡no limitantes!
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La dependencia emocional a la pareja es el estado natural que se genera en toda relación sentimental. Sin embargo, cuando el grado es alto y disfuncional, es decir, en vez de afianzar el vínculo solo entorpece, hablamos de un grave problema. Esto pone en peligro o cuerda floja cualquier relación. Si es tu caso, no dudes en acudir a expertos psicoterapeutas que te ayudarán a fortalecer la autoestima y cortar el problema de raíz. ¡A disfrutar del amor con tu pareja!