Dormir juntos o separados una noche antes de su matrimonio
La noche antes de su matrimonio los nervios estarán a mil. Pasarla en compañía o separados podría significar para ambos una gran diferencia. Sobre todo, si ya viven juntos. Les contamos los pros y los contras para que tomen una decisión acertada.
Más allá de las supersticiones que giran en torno a los novios, si existe algo concreto relacionado con el día y noche previos a su boda es que los nervios estarán a flor de piel. Que, si la decoración para matrimonio está encaminada, tu vestido de la novia, la prueba de audio, sincronizar relojes con la estilista que te hará ese peinado recogido o hasta hacer otra vez un repaso a sus lecturas. Es decir, ¡todo! Si viven juntos probablemente te tocará darle una mano a tu futuro esposo, con su traje y complementos. Si tienen niños habrá que alistarlos también. Si sueñan con salir juntos de un hotel, tal vez necesites estar con tus damas de honor o con tu propia madre a primera hora para la producción de rigor. Esos posibles escenarios colocan a muchas parejas que ya viven juntos o no, ante una disyuntiva, si pasar la noche anterior a su enlace acompañados o separados. Descubran los pros y contras.
¿Qué dice la tradición?
Si bien es cierto, Perú es un país auto definido como laico, prima la religión cristiana. Una exquisita mezcla de credos y fe arraigadas durante siglos en nuestra cultura. Esa misma tradición religiosa se extiende al terreno nupcial con diversas prácticas respetables. Una de ellas, justamente referida al compartir un espacio en intimidad antes a la boda, no ve con buenos ojos el que la pareja pase la noche previa a su romántico matrimonio en el campo, en compañía. Si sus familias o pareja son creyentes, será mejor no hacerlo.
¿Qué dice la superstición?
Pero al margen de la religión, existen creencias y supersticiones, leyendas nupciales alrededor de los novios tejidas en todo el mundo. Estas van desde el uso del vestido de novia con encaje blanco que representa pureza, hasta justificar que ella lleve un ramo de flores naturales para espantar los malos espíritus. El algo nuevo, viejo, prestado y azul, y por supuesto, la que señala como de “mal agüero”, que el novio vea a su amada antes de la ceremonia. Si ustedes son de esas parejas que “por si acaso” desean alejar las malas vibras, entonces no les conviene estar en compañía la noche previa y salir juntos a su inolvidable matrimonio en la playa. ¡Nunca se sabe!
Los pros de si pasar la noche previa juntos
Si ya viven juntos y desean darse una mano, aliviar los nervios, ultimar detalles, apoyarse, meditar, relajarse y hasta celebrar juntos su última noche de solteros, adelante. Es cada vez más común en las parejas que conviven, o que tienen niños, cuando uno vive fuera del país o ciudad, que ya no apuestan por estar separados justo cuando “las papas queman”. A veces no resulta nada práctico, por el contrario, aumenta el estrés el no verse. Sobre todo si hay que resolver un imprevisto.
No pasar la noche previa juntos
Algunos prefieren estar separados el día y noche previos de su boda, al margen de vivir juntos o no, elijen ser echados de menos y extrañados por sus parejas. Supuestamente, esa distancia incrementa la curiosidad del ser amado, por verse y disfrutar con más emoción del protocolo de su boda. También les permite estar enfocados en sus asuntos. Para la novia en su peinado semirecogido, outfit y producción, al mismo que afina detalles con sus proveedores desde temprano, reniega de ser necesario, sin que su amado la vea “nerviosa”.
Sobre todo, si durante las semanas previas a su boda no tuvieron tiempo para compartir juntos, conversar en calma o decirse algo romántico. Porque los partes de matrimonio, el fotógrafo, la decoración de iglesia para boda, cobraron mayor notoriedad en sus pláticas, el no pasar la noche previa podría ser un desliz si ya viven juntos. Restar complicidad a su boda, y más bien convertirla en algo protocolar. Lo más importante es que, al margen de que todo esté a reloj y perfecto durante su gran día, es cómo se sientan ustedes como pareja, en cuerpo y alma ¡que no se les olvide!