Dime qué bouquet elegiste y te diré cómo lucirlo

Cada uno de los elementos que enriquecen las vestiduras de la novia tienen una razón de ser que ha sabido mantenerlos vigentes a lo largo del tiempo y el ramo es uno de ellos. Es la pieza accesoria de contraste de mayor visibilidad para escoltar su hermoso vestido, por lo general en alguna gama de blanco o de tonalidades claras. Por tanto, se convierte en casi una regla, saber cómo llevarlo y porqué, para que éste se convierta en su aliado y no en el enemigo de su outfit durante el día más importante de su vida, su matrimonio. Te contamos más…

Una extensión de la novia

No existe una novia sin un ramo por lo que debes tener presente desde ya, que durante tu gran día éste se convertirá en parte de ti. Debes lucirlo con donaire, naturalidad y delicadeza para que cumpla su objetivo, sea cual sea su diseño o flores elegidas, o en caso contrario irá en contra de tu estilismo.

En qué mano

Por lo general irá en la mano izquierda, salvo en algunos momentos en los que podrías tomarlo del otro lado o incluso con ambas manos. Cuando ingreses a la iglesia acompañada por tu padrino o padre, este deberá colocarse a tu derecha, por lo que el ramo irá de lado izquierdo. Después de la ceremonia y en todo momento este mantendrá ese puesto y será cambiado únicamente durante la sesión de fotos, donde podrías jugar un poco con la ubicación de éste, de acuerdo a la recomendación de su fotógrafo.

A qué altura

Recuerda siempre, pase lo que pase, que tu ramo debe mantenerse entre las líneas paralelas e imaginarias que hay entre tu cintura y cadera. Si por error lo subes sobre tu ombligo empequeñecerá tu imagen. No te imaginas lo terrible que podría lucir si encima se trata de uno tipo cascada o media luna. Si va por debajo de tu cadera pierde inmediatamente su protagonismo y le dará un efecto descomedido a tu look.

Cómo llevarlo

El ramo estiliza la imagen de la novia siempre que éste se encuentre sutilmente ladeado y no en el centro, salvo en situaciones muy puntuales. Evita los gestos de incomodidad cuando lo lleves contigo, imagina que es una extensión tuya y mantenlo pegado sutilmente hacia tu cuerpo, es decir, a la falda de tu vestido. El secreto está en mantener el codo en un ángulo de 75 grados para respetar la altura ideal. De ninguna manera se muestran sus interiores, las flores miran hacia tus invitados todo el tiempo. Considera, antes de encargarlo en tu proveedor de floristería, que el diámetro del tallo se ajuste a la medida de tu mano. Si es demasiado grueso, muy delgado, de un material áspero o escurridizo, te incomodará después de la primera hora.

Según el estilo

Existen diversos tipos de ramos de novia. Comenzaremos por mencionar el clásico bouquet, el tipo domo o redondo, el pageant o vara, el tipo cascada, tipo media luna, los de flores silvestres más audaces, los joya enriquecidos con pedrería, los rústicos, los vintage, los hípster, los de rosas negras, tulipanes azules, hortensias vino tinto, los inspirados en la temática de bodas, de papel, cartón, botones, conchitas, y mucho más. Pero invariablemente, según la medida del tallo, podrás reconocer cómo llevarlo:

• Tallo corto: Si es de tallo corto, como el bouquet, cascada o domo tu mano deberá ir ligeramente más próxima a las flores, siempre colocando éstas mirando hacia el frente. Recuerda que deben mostrarse en todo momento. Si por error lo tomas del centro dará la impresión de que se está por caer.
• Tallo largo: Este ramo de novia moderno de tallo largo, tipo certamen de belleza se lleva sobre el antebrazo. Las flores deben reposar justo a la altura del codo y siempre mirando hacia el frente. No olvides que sólo una mano se ocupará de él, la otra deberá quedar libre para los saludos, para ir del brazo de tu novio o manejar tu vestido.

Durante la ceremonia

Es posible que en algún momento de tu civil o religioso, sea para el intercambio de aros o firma de actas, debas dejar reposar tu ramo de novia sobre tu regazo o al costado de tu asiento, si hubiera espacio. Cuando llegado el momento de la firma, recuerda colocar las flores sobre la mesa en dirección del cuórum o las cámaras. Por nada deberá verse el tallo.

Sesión fotográfica

Es el momento para jugar con los complementos de la novia, el velo, la cola del vestido y claro está su ramo. Durante este lapso tendrás todas las licencias para llevarlo como desees, lanzarlo al aire, dejarlo sobre el suelo, pero siempre recuerda que las flores miran hacia la cámara.

La práctica hace al maestro

Por lo general la novia hace una o dos pruebas de peinado, camina con sus hermosos tacones por la casa durante las semanas previas a su casamiento para ablandarlos, testea maquillajes, pero suele dejar en el olvido el ejercicio de llevar su ramo. Craso error que salta a la vista en muchos matrimonios. Las flores son el ornamento de la mujer rumbo al altar y le resta puntos a su estilismo cuando luce inquieta y caótica sin saber qué hacer con él durante la boda, sin saber cómo llevarlo u olvidándolo por toda la iglesia y recepción.

Qué dice el protocolo

La novia debe llevar en todo momento su ramo y sólo se desprenderá de él antes del banquete cuando se dispone a departir con su flamante esposo. Si se trata de una ceremonia que únicamente contempla un brindis, entonces deberá mantenerse con él hasta el final. ¡Simple como eso!

Convierte tu bouquet de novia en uno de los mejores aliados de tu outfit nupcial. Si te surgen dudas, sugerimos hacer las pruebas del caso con diversos tipos y tamaños de arreglos antes de decidirte por ese, con el que te sientas más cómoda y preparada para lucirlo junto a tu vestido de novia.