Cómo perder peso después de Navidad ¡recupera tu figura!

¿Qué mujer no queda deshecha cuando pasada la Navidad se percata de que ese pantalón no le cierra como antes? O que esa blusa o body muestran los rezagos de panetón, chocolate, pavo y otras delicias a discreción de la última Nochebuena. Lo cierto es que más de una. No obstante, la cosa se agrava cuando además es portadora de un anillo de compromiso y se encuentra en plena organización de su matrimonio, de pronto, próxima a elegir su vestido de novia. Recuperar la figura es más sencillo de los que se cree y no se necesitan grandes dietas que solo consiguen alterar tu metabolismo y regalarte algunos kilos extra cuando bajas la guardia. Hoy te contamos cómo perder peso después de Navidad sin grandes sacrificios, pero eso sí, con nuevos hábitos. ¿Te apuntas?

1. Recupera tus hábitos saludables

Si deseas grandes cambios en tu vida debes comenzar por las pequeñas acciones que te llevarán a conseguirlas. Y dado que tu meta es perder los kilos ganados durante las fiestas, tu objetivo será recuperar tus hábitos saludables y reemplazar aquellos que no contribuyen a tu meta. Nos inspiramos en el famoso libro “El efecto compuesto” del escritor norteamericano Darren Hardy para proponerte una serie de actos diarios que te devolverán esa figura de infarto.

2. Bebe mucha agua

Pasada las fiestas navideñas y con la llegada del verano la propuesta de beber más agua de lo habitual será bastante aceptada por tu organismo. Levántate cada mañana y antes de tu desayuno regálate un buen vaso con agua. Imagina siempre las mejores cosas cuando la bebes, asócialas con un cuerpo sano. Piensa cada vez que lo haces por ti misma, pero también por esa fecha única en la que deseas brillar con ese vestido de novia con encaje.

3. Procura caminar

La idea es que sin darte cuenta consigas perder esos kilos o centímetros ganados durante la Navidad sin cambios radicales que a la larga solo aplicarás durante una semana. Si lo tuyo jamás fue el ejercicio comenzar por caminar un poco te ayudará, aunque al principio no lo notes. Si cada día debes caminar hacia el paradero desde tu casa o al llegar a tu trabajo, intenta salir unos minutos antes y bájate unas cuadras antes y camina. Si prefieres hazlo a la salida, cuando te sientas más relajada. Empieza a moverte sin que te des cuenta.

4. Come frutas y verduras

Por esta época aparecen dietas mágicas para bajar de peso, pero atenta, a menos que sea indicada por una nutricionista profesional. Algo realista sería reducir tus porciones de carbohidratos, de arroz papas, camotes, fideos, azúcar y aumenta tus raciones de ensaladas frescas. Una menos para las harinas una más para las verduras, tan simple como eso. Provéete de una buena fuente de frutas para cada vez que sientas deseo de comer. Al trabajo podrías llevarte frutos secos, almendras, nueces, castañas, pasas o higos por ejemplo.

5. Práctica deporte

Si eres de las que ama el movimiento, practicar deporte o bailar intenta hacerlo en grupo. Motívate con personas que busquen el bienestar como tú pero siempre teniendo como tema en común ese hobbie deportivo. Aléjate de aquellas que te lleven por el ‘lado oscuro de la fuerza’ pues como bien dice el escritor Darren Hardy, cada uno es el promedio de los individuos con los que se relaciona y que frecuenta en todos los aspectos. Intenta tomar distancia de quienes son negativos y que sabes, no contribuirán a unos buenos hábitos alimenticios o que te desmotiven.

6. Lleva el control de tu progreso

Cómprate una balanza y pésate cada mañana al salir de la ducha. Coloca un papel en la pared del baño y coloca los números, la idea es llevar un conteo. Saber donde estás y hacia dónde quieres llegar. A nuestro cerebro le encanta. Esto te motivará cada día además sentirás que tú llevas el control y no el destino. Mírate frente al espejo y acéptate y dile a tu cuerpo que estás haciendo lo mejor que puedes. Descárgate una aplicación de conteo de pasos al cierre de cada jornada también son perfectos motivadores. Haz lo mismo si vas en bicicleta. Así sabrás si progresas o tienes algunas recaída.

7. Anímate y visualiza tu objetivo

Muchas de los grandes cambios no sucederán en tu vida real si es que antes no los mentalizas. Ayuda bastante imaginar cómo te verás en tu vestido de novia. Cómo será tu ingreso al altar, cómo lucirás más estilizada con ese peinado recogido y tacones. De este modo sentirás que todo esfuerzo, por mínimo, tiene una recompensa y para ti será lucir fantástica durante tu matrimonio. Si recaes un día, no te desanimes y recomienza.

Muchas mujeres simplemente se rinden al creer que jamás recuperarán su figura después del atracón navideño. No obstante, la realidad es que sí es posible, gracias al famoso efecto acumulador. Una serie de pequeñas acciones diarias que a largo plazo, te devolverán tu figura y todo aquello que te propongas. Justo a tiempo para entrar en ese modelo de vestido de novia sexy y a tiempo para disfrutar esa exquisita carta bridal y torta de matrimonio. ¡Muchos ánimos!