Cómo decir que no irás a su matrimonio con mucha diplomacia
Todos y todas quisieran asistir a todos los matrimonios a los que son invitados, no obstante, existen factores que impiden que puedan hacerlo. Cómo decir que no irás, es importante, pues habla mucho de ti. Descubre cómo hacerlo con mucha diplomacia.
Para toda pareja ese matrimonio en el campo o en la ciudad es el evento de sus vidas. Han dedicado cuerpo y alma, no solo a sus vestuarios, traje y vestido de novia, sino también a cada uno de los detalles y sin duda se refleja en ese parte de matrimonio que acabas de recibir. ¿Pero qué hacer cuando por razones personales no puedes estar presente y compartir esa felicidad que embriaga a los novios? El primer consejo es ser 100% honestos, sin entrar en detalles. Recuerden que ellos se encuentran en otra frecuencia a la suya, no viene al caso opacar el momento con noticias desafortunadas. Conozcan las claves para poder hacerlo con tino y mucha diplomacia.
De ninguna manera crees falsas expectativas
Aprende a decir no con tacto. De ningún modo dejes posibilidades abiertas si desde ya, estas seguro o segura que no irás, sea cual fuere el motivo. Si no eres claro al comunicar tu decisión y dependiendo de cuánta afinidad o cercanía tengas hacia los futuros esposos, podrían persuadirte a que prometas algo que no podrás cumplir. No lo tomes a mal, pues desde su lado, todo se ve posible y positivo. Ese matrimonio en la playa que están organizando los dota de energía y no es para menos.
Las excusas no son las mejores cartas de presentación
Todos en algún momento han inventado excusas para librarse del castigo de sus padres, del profesor o de alguna falta laboral. Entonces, no juegues a crear historias inexistentes pues aunque sean aceptadas, tu imagen quedará deteriorada cuando te confrontes a la verdad. Si dices por ejemplo que tienes que trabajar y al final subes fotos de tu viaje en Facebook/Instagram ese mismo día, tu credibilidad valdrá menos que cero. Juega con la transparencia. Si no puede ir porque ya aceptaste una invitación, incluso si no es de la talla de ese enlace de decoración vintage de boda, no hay dramas. Al final, te lo agradecerán.
Presupuesto: una de las causas más recurrentes para decir no
Una tarjeta de matrimonio elegante tiene un mensaje claro para quien la reciba. Nuevo traje o vestido para fiesta de día, peluquería, regalo/lista de novios y tus propios traslados. Pero dependiendo de cuán grande sea tu imaginario alrededor de estos aspectos la cifra podría salirse de control si recibes más de una invitación cada semestre, trimestre o mes. Por lo tanto, razones para rechazarlas te sobran, pero no tienes que describir al detalle tus gastos sino simplemente indicar que tu presupuesto no te lo permite. Sé agradecido/a siempre, no lo olvides.
Invitaciones por protocolo: dí que no, te lo agradecerán
El jefe, esa colega de la oficina que se enteró de su boda en el almuerzo, tu cercanía con los padres de los novios, quizás, sea cual fuere la razón, si intuyes que ha sido por protocolo, es mejor decir no. Las parejas muchas veces se ven presionadas a incluir personajes que no pertenecen a su entorno por formulismos. Analiza bien, si no hay un vínculo con ninguno de los novios, es mejor decir que no, así estos podrán incluir a esos amigos cercanos que tuvieron que eliminar de su lista por falta de cubiertos.
Hazlo por escrito: es más fácil expresar emociones
Si expresarte oralmente no es lo tuyo o si crees que podrías crear falsas expectativas por pena, mejor hazlo por escrito. Una carta bien redactada, remitida al domicilio de los novios o por e-mail es uno de los mejores recursos par expresar las verdaderas razones, sin que suene pretencioso u ordinario. Recuerda ser agradecido, añadir tus mejores deseos para esta nueva etapa que están por comenzar. No olvides hacer una llamada algunos días después para asegurarte de que fue recibido.
Ten presente que ante una tarjeta de matrimonio nada mejor que actuar con rapidez. Eso significa que no dejes pasar mucho tiempo para comunicar que no asistirás. De este modo, le das tiempo a los novios para que remitan otra invitación a algún otro miembro de su entorno familiar o amical que se quedó fuera. Y que éste, a su vez, prepare ese terno o vestido para fiesta de noche y regalo con tiempo. ¡Que tengas éxito!