¿Cómo elegir el vino para tu matrimonio?

Cuando se consigue que el vino potencie los sabores de las comidas, se puede decir que se ha logrado un maridaje exitoso. Saber acompañar ese aroma fuerte y gustoso de la carne asada bien condimentada, los cremosos mariscos o picantes ceviches con selectos vinos elevarán el nivel de la carta que elegiste para tu gran día. Aunque esta práctica bastante extendida se deja en manos de un sommelier o sumiller, es decir, el experto en la materia, hoy nos proponemos darte el ABC de los entendidos, para que puedas hacerlo por cuenta propia. Desde el brindis hasta el postre, pasando por las tablas de quesos y aperitivos. ¿Comenzamos?

Brindis y aperitivo

Durante un matrimonio es imposible comenzar el primer brindis sin un vino espumoso. Entre ellos tenemos de menor a mayor efervescencia los de aguja, los perlados y los espumantes propiamente dichos. Por lo general se estila estos últimos para las grandes ceremonias como las bodas. El más famoso es el champán y el más costoso también. Considera la cava española o crémant francés, tanto para brindis como aperitivo, que al no tener denominación de origen, tienen mejores precios y exquisito aroma.

Entradas

Si tus entradas contemplan vegetales crudos como ensaladas deberás optar por los vinos rosados o blancos ácidos y aromáticos. Prefiere los semi-secos, así prepararás el paladar para los contrastantes sabores de tu plato de fondo.

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• Carnes rojas

La regla de oro indica tinto para la carne de res u otras rojas o de sabor fuerte como el cabrito, cuy o la alpaca, sin embargo, ten en cuenta, que existe variedad de edades, cepas y niveles de acidez o azúcar en los vinos que influyen en su elección. Por ejemplo, si se trata de carnes a la plancha o parrilla puedes escoger un vino joven y ligero. Si la preparación incluye salsas y condimentos fuertes elaborados entonces deberás elegir un vino con carácter y cuerpo como el Malbec, Cabernet Sauvignon o el sofisticado Pinot Noir.

• Carne blanca, incluye aves y cerdo

El vino blanco es el que mejor acompaña a las carnes blancas como el pescado, pero también entre ellas se incluye al cerdo o la de las aves como el pavo y pollo. Hemos de recordar que tu elección dependerá del tipo de preparación e ingredientes. Así para un pescado con salsas fuertes o picantes va perfecto un vino blanco seco y ácido mientras que para los que van a la plancha se perfila mejor el afrutado y ligero. Los pescados de sabores dominantes y preparación con componentes enérgicos puede incluso ir bien acompañado por un tinto seco. La misma regla será aplicada con el pollo, pavo y cerdo.

• Mariscos: la nota a parte

Si son acompañados por salsas cremosas quedarás bien con un vino blanco o gris suaves como el Riesling o Chardonnay cosecha. Si se trata de sabores más dominantes entonces considera alguna reserva o gran reserva, que tienen más personalidad.

Postres

Los rosados dulces y afrutados se combinan bien con todo tipo de postre. También los vinos espumantes aromáticos. Si en caso estás pensando en chocolate como sabor dominante entonces estás autorizada para considerar un tinto ligero como el Chardonnay.

Quesos

Sea que consideres las tablas de quesos como aperitivo como al final de tu banquete a tener en claro que mientras más fuertes, deberás escoger un vino tinto que esté a la altura. Se perfilan bastante bien en ese orden el Gamay, Cabernet, Malbec y el Pinot Noir.

Recepción tipo buffet

Si estás pensando incluir un delicioso menú criollo en el que se fusionan las exquisiteces de la cocina peruana, por lo general de sabores contundentes, entonces te recomendamos tener una buena selección de vinos blancos secos y tintos suaves, como con carácter, sin descuidar, en menor medida, los rosados semi-secos. Con ellos salvarás un poco el maridaje. Por su naturaleza, en este tipo de recepción se escapará de tus manos la elección correcta de los vinos, a menos que decidas colocar en la mesa, la respectiva recomendación.

Antes de tomar una decisión de los vinos de tu matrimonio deberás tener el claro la carta del menú de tu recepción. Además, te recomendamos pedir una degustación antes de tomar cualquier decisión, y claro está, dejarte en manos de expertos. Todos quedarán maravillados con esa fusión inteligente resultante si la trabajas con tiempo, que se pondrá en evidencia, inmediatamente después del primer brindis. ¡Salud!