¿Cómo afecta la falta de tiempo y las rutinas en la relación de pareja?
Muchas veces por la falta de tiempo y la costumbre, se presentan situaciones que pueden afectar el correcto desarrollo de la relación de pareja. Te contamos cómo priorizar y actuar en busca de la felicidad.
Actualmente solemos escuchar mucho la frase: “No tengo tiempo para nada, ando full” y si bien pareciera que esta expresión se ha normalizado, y hasta es indicador de que nos va bien en la vida ya que estamos siendo muy productivos al punto de no tener tiempo, la lamentable realidad es que más que algo favorable, esto ocasiona un gran malestar en cada persona y ni qué decir en la pareja.
Visualicemos el siguiente escenario: dos personas viven juntos, pero salen de su casa uno a las 7:00 a.m y el otro a las 8:00 a.m con dirección al trabajo; por la diferencia de horario, no suelen tomar desayuno juntos, salen muy apurados y tienen que lidiar con el tráfico de la ciudad. Llegan al trabajo, y ya que anhelan crecer profesionalmente, están muy comprometidos con sus responsabilidades laborales por lo que acaban plan 7:00 p.m y salen con dirección ya sea a sus casas o al gimnasio, porque el doctor les ha recomendado hacer ejercicios debido a sus altos niveles de estrés.
Ambos llegan a su hogar entre 9:00 y 10:00 p.m, cansados de todo el día y con lo poco de energía que les queda, tienen que seguir las siguientes rutinas: cenar y alistar sus cosas para el día siguiente. Acaban más cansados aún y con las justas hablan o comparten algo juntos. En el mejor de los casos hablaron vía WhatsApp durante el día.
Esta imagen parece salida de la película: Juntos, pero nada revueltos, cuyo final suele ser: la relación se dañó y puede ser irreparable. Eso es lo que produce la falta de tiempo. Y claro, encontraremos muchas razones válidas que permiten entender esta rutina como: necesito trabajar para cubrir los gastos, es importante ser un/una gran profesional, anhelo una buena vida, entre otros y como menciono líneas arriba son argumentos válidos; el asunto es que esto afecta de manera significativa nuestra vida y relación.
Algo que puede servir para contrarrestar dicha situación, es PRIORIZAR. No podemos ponerle la misma energía y enfoque a todo en igual medida, debemos elegir y para ello es preferible que nuestras elecciones sean conscientes y sobre aspectos relevantes. Si buscamos otorgarle la misma dedicación al trabajo, a la relación, a los amigos, y familia, lo que terminaremos descubriendo es que es IMPOSIBLE. Por ello, debemos priorizar y elegir. Esto debe hacerse con cautela, ya que elegir no significa optar por una sola cosa y esforzarnos por ella, por que quien apuesta todo a una sola actividad, si por alguna eventualidad esta se acaba, lo más probable es que caiga en estados ansiosos-depresivos sin saber qué hacer en la vida. En conclusión, no podemos hacer todo a la vez, ni hacer una sola cosa, sino que podemos tratar de ir descubriendo poco a poco la tan deseada armonía.
Que una persona priorice y elija, le permitirá tener espacios que si desea puede usarlos en vivir experiencias constructivas con su pareja y para hacerlo, es importante que se conozca y defina lo que quiere para su vida, así elije lo que le aproxima a esa gran meta y descarta aquello que considera que la/o aleja; y si esa gran meta tiene que ver con desarrollar una relación saludable, pues tendrá que elegir lo que sea congruente con ese objetivo. No te pierdas ¿Tiene futuro tu relación de pareja? ¡Los tres primeros meses de convivencia te darán la respuesta!
Si a pesar de conocerse, definir lo relevante para su vida, priorizar y hacer elecciones conscientes, tratar de hacer cosas juntos, compartir hobbies, hablar incluso de problemas, etc, la pareja está tan afectada por la falta de tiempo y las rutinas, otra alternativa digna de ser probada es la terapia de pareja.
Esta suele estar orientada a otorgar un espacio dedicado especialmente a atender las necesidades emocionales de cada uno, en donde las distracciones no tienen cabida, permitiendo que la pareja logre escuchar los motivos por los que cuentan con poco tiempo, y así permite ver qué estrategias podrían plantear para solucionarlo. De este modo, el terapeuta es un guía que va a acompañar a cada uno en la búsqueda de su estabilidad y tranquilidad, permitiendo un espacio de cambio. El tiempo de duración de la terapia va a depender del progreso de la propia pareja, es importante recordar que la terapia es un proceso que tiene diversas fases.
Si ir a terapia resulta extraño, o incluso asusta, tranquilo/a no es el único camino. Por eso busca el tuyo y junto a tu pareja lleven a la ACCIÓN lo que consideren mejor. Te interesará también conocer acerca de las diferencias interpersonales y cómo afrontarlas en tu relación de pareja.