Así es cómo deben reducir su lista de invitados dadas las nuevas restricciones
Si antes era complicado decidir a quien invitar al matrimonio, con las nuevas y cambiantes restricciones el desafío es doble. Tranquilos, ¡no se preocupen! Aquí tienen lo necesario para reducir (bien) su lista de invitados.
Esta nueva realidad ha puesto a prueba nuestras capacidades: desde ser resilientes y optimistas, hasta organizarnos mejor y demostrar que el amor sobrevive a todo. Su matrimonio evidencia esta fortaleza y simboliza, para sus amigos y familiares, la esperanza y la alegría. Sin embargo, y aunque sea una pena, no podrán acompañarlos todos. Si están definiendo quien asistirá y no a su boda íntima y no saben cómo llegar a la cantidad que cumpla ese 30 o 20% máximo de aforo permitido, llegó la hora de tomar cartas en el asunto y seguir estos consejos para reducir su lista de invitados. ¡Aplíquenlos al pie de la letra y disfruten de su celebración!
1. Al que madruga Dios lo ayuda
Seguramente ya han reducido su lista antes y hacerlo otra vez resulta un reto. Sin embargo, esta decisión afecta la disponibilidad de lugares, proveedores y, en consecuencia, puede que alivie o cargue su presupuesto. Además, si saben que tendrán una boda petite, es preferible actuar en consecuencia desde un comienzo para no crear falsas expectativas. Así, cuando anuncien el compromiso, aprovechen para contar que tendrán una ceremonia y una recepción íntimas de forma tal que algunos de sus amigos, colegas o familiares no se extrañen al no recibir una invitación.
2. Primer paso: parejas y acompañantes
Aunque suene antipático, en una boda pequeña la prioridad es la familia inmediata y los amigos cercanos. Si consideran demasiado radical este paso, empiecen por las parejas que llevan poco tiempo juntas. Por ejemplo, sería aconsejable incluir sólo a las esposas, esposos o a las relaciones consolidadas. En cualquier caso, lo que cuenta es el tiempo compartido con ustedes, los protagonistas del evento, y ese debería ser el principal criterio a la hora de elegir.
3. ¿Familia? Sólo los más cercanos
Aunque los matrimonios suelen ser los espacios en los que se reencuentra la familia, éste no puede ser el caso. Una mini-lista de invitados implica incluir sólo a familiares con quienes realmente se mantengan en contacto. ¿Han hablado con los familiares de la lista en los últimos meses? Ahora, si deciden invitar los tíos y primos de lado de la novia, deben hacer lo mismo con la familia del novio y viceversa. Esta también es una forma equilibrada de tomar decisiones sin dar lugar a controversias. Además, siempre está la opción de que sus seres queridos asistan virtualmente.
4. Lo más fácil: compañeros de trabajo y jefes
El mundo laboral es complejo y no es necesario complicarlo más con las invitaciones al matrimonio. Por regla general, no están obligados a invitar a sus colegas, ni a sus jefes, aún cuándo en el pasado ellos los hayan invitado a su boda. La excepción a esta regla es sólo aquellos, que además de colegas, son sus verdaderos amigos. Es decir, el criterio no es el lugar de trabajo sino, la amistad. Sin embargo, si sus compañeros muestran interés, compártanles
5. Entre menos compartan la lista, mejor
Aunque en la organización de la boda está latente la tentación de compartirlo todo con los seres queridos, especialmente con los padres, con una mini-boda ad portas lo más sabio es que esta decisión la tomen sólo ustedes. Riesgo hay de qué al mostrarla, se convierta en un asunto a discutir y que terminen incluyendo personas importantes para sus familiares, pero no necesariamente para ustedes.
6. Los niños pueden esperar
A menos que sean sus propios hijos, en una micro-boda es posible no incluir a los más pequeños. ¿Por qué? No solo porque son una población en riesgo que merece un cuidado especial, sino porque es posible que esta sea solo una pre-celebración y que la fiesta (a lo grande y con niños) ocurra después. De cualquier manera, siéntase en la libertad de no incorporarlos y expliquen sutilmente a sus invitados que es una celebración solo para adultos.
7. Empatía ante todo (ponerse en los zapatos de los otros)
Con el coronavirus, la condición de vida de muchas personas se ha modificado. Para algunos implica tener que permanecer en casa por motivos de salud o en razón a que tienen que cuidar de sus hijos o familiares. Tengan esta claridad antes de cerrar su lista de participantes. Antes de formalizar la invitación, asegúrense de que para sus invitados sea factible asistir y que el evento no les implique una incomodidad o cambios que no pueden asumir. Si a alguien se le dificulta acompañarlos, invítenlos a participar de forma virtual.
Viendo el lado positivo de la situación, es poco probable que alguien se moleste por no ser invitado a la boda en este contexto. Sin embargo, no pueden faltarles las personas indispensables. Ahora que saben cómo definirlas, solo queda encargar los partes de matrimonio. Encuentren ideas para su diseño, así como empresas que lo hagan realidad en el Directorio de Matrimonio.com.pe y no olviden usar la herramienta de “Mis invitados” para organizar las mesas y los menús. ¡Que quiénes los acompañen compartan plenamente su felicidad!