12 personas que deberían evitar invitar a su matrimonio
Toda la voluntad dedicada a la organización de su matrimonio solo puede devenir en un día inolvidable. Que nadie lo arruine o proporcione energías apartadas a la felicidad que los invade. Sugerimos prestar atención a los siguientes 12.
Si son de esas parejas que no pueden contener la alegría que irrumpe sus corazones y piensan invitar a propios y extraños. Compartir la ceremonia civil o religiosa de su "sí, acepto" con "todo el mundo". La respectiva recepción, su esmerada decoración vintage boda, banquete, primer baile, lanzamiento del bouquet de novia, la liga, el corte de la torta de matrimonio, ¡todo! Se sienten tan dispuestos que lo harían, sí, presten atención, que dentro de su laboriosa lista de invitados no se filtren estos 12 personajes.
1. Amigos con los que se perdió contacto y afinidad
Nos referimos a los compañeros de clase de primaria o secundaria, del instituto, conocidos del primer trabajo o la universidad que recién se sumaron a su Facebook. Del gimnasio o del barrio donde vivieron su infancia y con quienes perdieron no solo el contacto, sino los temas en común. Tal vez no valoren tanto ser invitados a su romántico matrimonio en el campo como lo haría un amigo de su círculo inmediato.
2. Compañeros de trabajo que no pertenecen a su círculo
Es inevitable que los novios no compartan los pormenores de la organización de su matrimonio en la playa en el trabajo, durante el refrigerio o pausas. Todos en la oficina corrieron la voz y desde entonces los miran más oficiosos que antes. Pero atención, no significa que esperen ser invitados, tal vez se han percatado del porqué sus ojos tienen un brillo especial ahora que están camino al altar. No se precipiten invitándolos.
3. Familiares con quienes se perdió contacto
Sobre todo en las familias numerosas o que provienen de otras regiones de nuestro hermoso país es común que se pierda contacto. Invitarlos podría significar para ellos un compromiso que no pueden asumir, sea por la distancia, el trabajo o la misma cotidianeidad. Tal vez esa tarjeta de matrimonio elegante podría ir hacia otro personaje más allegado a su entorno.
4. Invitados de sus padres
Sus queridos padres no lo hacen por imposición, la realidad es que están tan felices y orgullosos con su boda que desean invitar a toda la familia y amistades. Eviten presiones de este tipo asignándoles un número de partes de matrimonio 2018 desde el principio. Ellos podrán discernir a quienes irán dirigidos.
5. Los condicionados
Sus tarjetas de matrimonio 2018 a título personal ya fueron remitidas, pero ellos insisten. Más de una vez escucharán que sus amigos solteros no quieren ir solos si no se considera acompañante. Es mejor no caer en la tentación de aceptar condiciones, salvo situaciones puntuales justificadas.
6. A quienes el alcohol no les sienta bien
Cuando no están bajo la influencia del alcohol son maravillosos, pero una gota extra y se desconocen. Las personas a quienes las bebidas espirituosas no les sientan bien son un peligro en las bodas. Podrían armar un espectáculo antes de comenzado el baile. Es mejor manejar con pinzas ese tema y evitar lamentos posteriores.
7. Personas conflictivas
Son así, es su naturaleza. Belicosos, intolerantes, no aceptan opiniones distintas a las suyas o simplemente disfrutan sacando de sus casillas al resto. Este tipo de personas son geniales para tertulias de fin de semana pero son un peligro en una boda, que suele ser formal y dedicada. Y donde se encontrarán con un grupo humano tan diverso.
8. Amigos y rivales
Los eneamigos y eneamigas, ¡quién no los tiene! Están 'camuflados' en la familia, universidad, trabajo, barrio y círculo de amistades. Quienes no disfrutan su felicidad, sino por el contrario, desearían que haya un desastre. Mejor dejarlos lejos de su gran día, por si acaso.
9. Los galanes de las bodas
No necesitan una gota de alcohol, son conquistadores por naturaleza. No perdonan primas, hermanas, cuñadas, tías, compañera de trabajo, mamá, abuela, amigas de tu amiga o hasta la novia. Los galanes natos son simpáticos, pero no todas las féminas saben ponerlos en su sitio. Mejor no arriesgar.
10. Agradecimientos
Cuando se está enamorado y con un pie en el altar todo el planeta, pero sobre todo sus proveedores, se convertirán en sus nuevos mejores amigos. Atención con ello pues la simpatía está bien, pero no tiene que devenir en un parte de matrimonio menos. Bastará con ser agradecidos y recomendarlos a través del boca a boca.
11. Amores del pasado/infancia
Insistimos con lo de la felicidad que emanan, pues ésta hará que esos amores del pasado se vean como potenciales invitados. Está demás insistir en que su pareja no verá con buenos ojos que reserven una invitación para un personaje que podría ser fácilmente ignorado. En su lugar proponer a un invitado candidato de sus padres y hacerlos más felices.
12. Ex pretendientes
A lo largo de su vida hombres y mujeres acumulan pretendientes dentro de sus círculos sociales, es normal. Estas personas, a las que alguna vez robaron un suspiro, no disfrutarán de su gran día como se piensa. En el que obviamente, para su pretendido/a, ustedes se casarán con un rival imaginario. Incluso si pertenece a su grupo íntimo es mejor no atraer karmas que no sintonicen con su gran día.
Sumergidos en la emoción del momento, la decoración de iglesia para boda, los trámites del civil, el vestido de novia, se filtren en su lista, personajes que por razones bien fundadas, sería mejor no incluir. Aunque como bien saben, ustedes los novios, siempre tendrán la última palabra.