Cuidado del cabello: 7 errores que debes evitar
Debes estar perfecta para la boda. Está listo el vestido, los zapatos y el maquillaje. Pero ¿has tenido cuidado de tu cabello? Aquí te presentamos lo que no debes hacer con tu cabello si quieres que luzca hermoso y saludable.
La elección del vestido de novia es todo en un reto, y con el vestido, debes elegir un peinado de novia acorde, que favorezca tus facciones y que resalte el diseño del vestido. De acuerdo con lo que prefieras y necesites, así como con las condiciones climáticas, tendrás que decidir entre un peinado de noche o de día, llevar el cabello suelto o recogido, mantenerlo como está o hacerte un repentino cambio de estilo. En todo caso, el cabello debe lucir precioso y saludable, ¿verdad? Y aunque nos esmeramos por lograrlo, el apuro o el deseo de lucir perfectas puede llevarnos a cometer algunos errores. ¡Cuidado! En este artículo te presentamos lo que no debes hacer con tu cabello si quieres que luzca perfecto el día de tu boda.
1. Tener una dieta poco saludable
Aún cuando el día de tu boda lleves un peinado recogido, lo primero en el cuidado personal y del cabello, es comer bien. Lo que comes se refleja en la salud de tu cabello, tu piel y tus uñas. Y para comer bien en función de la nutrición de tu cabello debes consumir alimentos ricos en hierro y proteínas. Trata de incluir en tu dieta alimentos que contengan estos elementos. Consulta con un nutricionista lo que es conveniente conforme a tu salud y necesidades dietéticas.
2. Lavarlo todos los días
Ya sabemos que de acuerdo al tipo de cabello, grosor y forma es casi imposible dejar de lavarse el cabello un día. Sin embargo, el lavado continuo del cabello lo debilita y no hay nada como los propios aceites esenciales que genera nuestro cuerpo para cuidarlo y revitalizarlo. Procura lavarlo el menor número de veces posible y cuando lo hagas, usa acondicionador en las puntas. Recuerda enjuagarlo con agua fría. El agua caliente reduce el brillo y luminosidad del cabello.
3. Dormir con el cabello húmedo
Si quieres lucir un peinado para cabello largo perfecto, evita dormir con el cabello húmedo ya que en esta condición es más elástico y flexible y por ende, es más susceptible de romperse. Procura secarlo siempre antes de ir a la cama. Si no te fuera posible, envuélvelo en un pañuelo de seda o usa fundas de almohada del mismo material.
4. Dejarlo para último momento
De poco servirá que te preocupes por tu cabello el último día. No se trata solamente de lucir un precioso peinado semirecogido, sino de que tu cabello esté realmente saludable. Cuida tu cabello antes y después de la boda. Día a día, péinalo con suavidad, de las puntas a la raíz con un peine de dientes anchos. Regularmente hidrátalo con aceites naturales y mascarillas con ingredientes naturales que nunca pasan de moda: huevo, aguacate, miel, aceite de oliva, de coco y argán; entre otros.
5. Poner la temperatura al máximo
Si te alisas, encrespas o secas el cabello con la temperatura más alta posible, dañarás tu cabello. Se cree que si los aparatos no están en su máxima potencia, no cumplirán bien su función. Pero no. Los dispositivos están diseñados para funcionar de forma óptima en su nivel medio de temperatura. Busca peinados fáciles que puedas hacerte sin someter tu cabello a altas temperaturas.
6. Usar químicos en exceso
Los productos químicos contienen elementos que desgastan la cutícula de tu cabello, quitándole fuerza y brillo. Procura usar productos naturales y si usas productos químicos hazlo con la menor frecuencia posible.
7. Hacer cambios de estilo de último momento
Sea un peinado alto o un peinado regular, evita hacer cambios de estilo a último momento. Si quieres hacerlo, procura tener tiempo para probar cómo te sientes, días antes o semanas de la boda. También evita cortar tu cabello. Es mejor que a último momento decidas un cambio de peinado con tu cabello disponible, que hacer un arreglo con algo que ya no tienes.
Está todo listo para el gran día. Asegúrate de que tu cabello también lo esté, que brille como la decoración para matrimonio que tanto te esforzaste en conseguir; y que perdure, como las argollas de matrimonio que decidiste llevar junto a tu gran amor. ¡Lo mejor recién comienza!