5 supersticiones de boda: ¿verdad o mito? que podrían pasar por alto
Las supersticiones son parte de la cultura y de alguna manera, vuelven interesantes hechos que, de otra forma, ignoraríamos. Para que las creencias populares no les sorprendan, hemos reunido las 5 supersticiones más comunes sobre las bodas.
Cuando de bodas se trata, la lista de creencias sobre hechos que traen buena o mala suerte a la pareja es muy larga. De hecho, hay supersticiones que se han asumido como parte regular de la boda: lanzar arroz a la salida de la decoración de iglesia para boda para atraer la buena fortuna, usar velo con el vestido de novia para la protección de las miradas envidiosas o incluir algo azul en el bouquet de la novia como augurio de fidelidad. Y si bien las supersticiones son creencias contrarias a la razón o a la fe religiosa, creer o no, depende de cada pareja. Por eso, aquí tienen para que elijan las supersticiones que pueden o no pasar por alto si así lo desean.
1. Que el novio vea a su prometida con el vestido de novia
Hemos visto en la literatura, el cine y la televisión cientos de escenas dramáticas en las que el novio, por error, ve a la novia antes de la boda con su vestido de novia con encaje y se cree, ciegamente, que la mala suerte acompañará la pareja. En la realidad, esta creencia se originó en que, en los matrimonios antiguos que se realizaban por conveniencia y sin conocerse previamente, la familia de la novia evitaba que el futuro esposo viera la novia para asegurarse de que no se arrepintiera. Quizá, si ustedes ya se conocen, esto no sea un riesgo.
2. Que la novia lleve perlas el día de su boda
Algunas personas creen que llevar perlas como parte del outfit bridal traerá lágrimas y tristeza a la novia. Lo curioso es que no hay una joya que complemente mejor un vestido de novia sencillo y por su color simbolizan pureza, inocencia y lealtad. En un mundo lleno de creencias racionales e irracionales, la novia tiene la opción de elegir si las perlas le traerán tristeza o, por el contrario, si al representar las lágrimas, capturan toda la posible mala suerte que haya en el matrimonio. En China, por ejemplo, las perlas son símbolo de sabiduría y se cree que vienen de la cabeza de los dragones.
3. Casarse un martes, un miércoles, un jueves no trae la mejor suerte
Para los romanos marte era el dios de la guerra, por lo que se creía que casarse ese día, con todo y el ramo de flores naturales, traería desgracias y tristezas. Con el mismo origen, se cree que los mejores días para casarse son el lunes, porque asegura la fertilidad; el viernes por ser el día de Venus la diosa del amor; o el domingo, por ser el día de sol y augurar felicidad a la pareja. Cabe decir que el sábado sigue siendo el día preferido para la boda. Sin embargo, el viernes se perfila como el nuevo favorito porque permite ampliarla a todo el fin de semana y hay más opciones de locales y descuentos.
4. Que el novio no cargue a la novia al entrar a su nueva casa
En la Europa medieval se creía que la novia podía ser atacada por espíritus malignos por las plantas de sus pies. Para evitar que esto pasara, el novio debía cargarla hasta su nuevo hogar. Además, a esta creencia se sumó que, cargar a la novia aseguraría su felicidad pues su marido podría sostenerla. Por fortuna, en la actualidad se sabe que caminar no tiene ningún riesgo y que la felicidad de la mujer no depende de su esposo. Sin embargo, y siempre que el peso de ambos lo permita, vale la pena atesorar el recuerdo de una escena, que más allá de la superstición, junto a las argollas de matrimonio, inspira amor y ternura.
5. Que la corbata del novio no se mantenga derecha durante la ceremonia
Se cree que, si la corbata del novio no está perfectamente derecha durante el tiempo que dura la ceremonia, es decir, si se tuerce un poco, habrá infidelidad por parte del futuro esposo. No se tiene muy claro el origen de esta superstición, pero lo cierto es que una corbata torcida no se ve bien en las fotos, ni con los adornos para matrimonio y lo mejor será evitarla. Esto dependerá, sin embargo, de la habilidad del novio con su corbata y de la agilidad de la novia para corregir un posible desajuste.
Las bodas son el evento social más reconocido y también el más antiguo. En consecuencia, es natural que las creencias que se han forjado por siglos, aún se mantengan. Sin embargo, así como hoy sabemos que la tierra no es cuadrada, también es claro que es posible tener una decoración para matrimonio de todos los colores o que no hay nada negativo en que el novio vea el modelo de vestido de novia antes de la boda. Lo que garantiza la felicidad de una familia son los valores, el compromiso y la constancia. Creer lo demás es opcional. Y ustedes, ¿qué opinan?